La violencia urbana en Bogotá: una reflexión necesaria sobre seguridad y justicia social
El pasado martes 2 de diciembre, la vida de Jean Claude Bossard, joven colombo-francés, se truncó cuando recibió un disparo en el pecho durante un intento de atraco. Su muerte nos obliga a reflexionar sobre las raíces profundas de la violencia urbana y la necesidad de construir una ciudad más justa y segura para todos.
Este trágico suceso ocurrió apenas horas después de que cinco personas asaltaran una joyería en la capital, llevándose mercancía valorada en 200 millones de pesos. Estos hechos evidencian una realidad compleja que trasciende las estadísticas y nos interpela como sociedad.
Más allá de los números: entender la inseguridad
Según Felipe Mariño, director de 'Bogotá Cómo Vamos', la percepción de inseguridad entre los habitantes de la capital alcanzó el 62% en 2024, la cifra más alta desde 2008. Paradójicamente, esto ocurre mientras los casos de hurto a personas han disminuido un 17% este año.
"Lamentamos profundamente la muerte de Jean Claude en estas circunstancias. Es algo que no podemos permitir como ciudad", expresó Mariño, quien enfatiza la importancia de que los ciudadanos denuncien para comprender mejor este fenómeno.
La realidad es que las muertes durante atracos, aunque generen gran impacto social, representan un porcentaje pequeño de los homicidios en Bogotá. Según los datos disponibles, el 50% de las muertes violentas se relaciona con disputas entre organizaciones criminales, mientras que otro 50% surge de problemas de convivencia y hechos de intolerancia.
La transparencia como derecho ciudadano
Un aspecto preocupante es que desde 2019 las autoridades dejaron de compartir información específica sobre puntos críticos de inseguridad con organizaciones ciudadanas. Esta falta de transparencia genera una percepción generalizada de inseguridad y limita la capacidad de la ciudadanía para tomar decisiones informadas.
"Lo que sí sabemos es que hay zonas de la ciudad donde se presenta mayor frecuencia de hurtos, particularmente en las vías públicas", señala Mariño, evidenciando la necesidad de políticas públicas más focalizadas y participativas.
Justicia social y sistema penal
El análisis trasciende lo meramente policial. Como explica Mariño, "necesitamos una mejor Policía, con mayor capacidad de atención a la ciudadanía, pero el sistema de justicia trasciende las capacidades de un alcalde mayor".
La percepción ciudadana de que los mismos individuos continúan delinquiendo sin consecuencias efectivas refleja debilidades estructurales en nuestro sistema de justicia. Esto genera una sensación de impunidad que erosiona la confianza en las instituciones y perpetúa ciclos de violencia.
Hacia una seguridad integral
La muerte de Jean Claude nos recuerda que la seguridad no puede construirse únicamente desde la represión. Necesitamos políticas públicas que aborden las causas estructurales de la violencia: la desigualdad, la falta de oportunidades, la exclusión social y la ausencia de espacios dignos de convivencia.
La construcción de una Bogotá segura requiere el compromiso de toda la sociedad. Implica fortalecer el tejido social, garantizar el acceso a derechos fundamentales como la educación y la salud, y promover una justicia que sea tanto efectiva como restaurativa.
En memoria de Jean Claude y de todas las víctimas de la violencia urbana, debemos trabajar por una ciudad donde la vida sea el valor supremo y donde cada habitante pueda desarrollar su proyecto de vida en paz y dignidad.